L-Carnitina : Potencia el metabolismo graso dentro de la propia célula, actuando como un antitóxico cerebral, potencia la memoria, incrementando el suministro neuronal de acetilcolina. Por este motivo, está recomendado en periodos de exámenes en estudiantes, y también en personas mayores Proteína aislada de soya: Regula el colesterol. Gracias a su contenido de lecitina, esta proteína vegetal puede ayudar a controlar los niveles altos de colesterol, combate el sobrepeso, Vitamina A: Fortalece el sistema inmunitario. La vitamina A aumenta las defensas. Vitamina E: Es un buen antioxidante y su principal función en el organismo es neutralizar el daño que causan los radicales libres a las células y evita la oxidación de las grasas Vitamina B1: Ayuda a convertir los alimentos que consume en energía que necesita. La tiamina es importante para el crecimiento, desarrollo y funcionamiento de las células del organismo Vitamina B2: Trabaja con otras vitaminas del complejo B. Es importante para el crecimiento del cuerpo. Ayuda en la producción de glóbulos rojos. También ayuda en la liberación de energía de las proteínas. Vitamina B6: Regulador hormonal Gracias a sus propiedades es capaz de colaborar en la producción de hormonas y neurotransmisores como la serotonina, melatonina y norepinefrina. Vitamina C: El cuerpo lo necesita para ayudar a la cicatrización de las heridas, mejorar la absorción de hierro de los alimentos vegetales y apoyar el sistema inmunológico. Actúa como un antioxidante para proteger sus células contra los radicales libres. Vitamina B5: Ayuda al cuerpo a formar glóbulos rojos, así como hormonas sexuales. Vitamina B12: Es un nutriente que ayuda a mantener sanas las neuronas y los glóbulos sanguíneos. Además, contribuye a la elaboración del ADN, el material genético presente en todas las células. Vitamina B3: Es una vitamina hidrosoluble, es decir, soluble en agua. Se absorbe por difusión pasiva, no se almacena en el organismo y los excedentes se eliminan en la orina. Su papel en el metabolismo se encuadra en los grupos prostéticos de coenzimas o como precursora de las mismas. Ácido fólico: Ayuda a que los tejidos crezcan y las células funcionen. Biotina: Es una vitamina que se encuentra en alimentos como huevos, leche y plátanos. Cloruro de sodio: Regula el equilibrio de líquidos y electrolitos. Ayuda en la conducción de impulsos nerviosos. Cloruro de potasio: Tiene propiedades antiinflamatorias y antialérgicas. Es por esto que también tiene efectos positivos para tratar enfermedades del intestino irritable. Fosfato de potasio: Aumenta la fluidez del contenido intestinal pues ayuda a retener el agua en el intestino, lo que induce de forma indirecta a la contracción del músculo intestinal. Carbonato de calcio: Mantiene dientes y huesos sanos y el magnesio regula la absorción del calcio y se agrega a la integridad de los huesos y dientes, apoya en la consolidación de fracturas y como auxiliar en casos de osteoporosis. Oxido de magnesio: Contra el envejecimiento prematuro. Entre los usos medicinales que ofrece el óxido de magnesio podemos citar la disminución de la aparición de los síntomas del envejecimiento prematuro sobre la piel. Gluconato de zinc: Su uso es sumamente importante, siempre está presente en problemas gastrointestinales, como cuando tenemos diarrea.